Cada vez que te busco, te encuentro
en el resplandor de la estrella más brillante.
Es el brillo de tu sonrisa que me devuelve la vida,
me vuelco en tu regazo y tu calidez me reconforta,
mis expectativas son sobrepasadas por tanto amor que me das.
Cada vez que el dolor me invade, viene tu recuerdo,
eclipsando mis tristezas, que se difuminan en el horizonte.
Es tu presencia andando sobre mi alma,
me anego en ese sentimiento tan dulce, tan perenne
y tan agolpante, que me encumbra en un gozo inconmensurable.