Una loba, una colomba
Mariposa azul que no vuela.
Tiene de la noche el silencio oscuro y del alba blanca el sutil sabor del desvelo.
Ella navega en mares y se esconde en las poesías,
araña el mundo con palabras que rasguñan el tiempo y su desalientos.
ella arranca flores a los diccionarios olvidando la historia del hombre y la evolución por las manos.
Ella era acero frágil que se fraguó en un sol color aceituna
y en sus ojos los bosques se refrescaban como en cristalinas lagunas.
Ella jugaba en charcos y se bañaba a media luna,
ella se decía meiga extraña o a veces dichosa diosa de la fortuna,
ella era horizonte despejado bajo cualquier lluvia, graya celosa que un dios condenara a la lejanía,
bruja en el río en hechizando los desafíos.
cuántas veces me repetía que el tiempo pasa y que en su danza círculos de hierro frío le construía.
P SABAG, palabras escapándose