_El Padre Nuestro del Pescador_
Padre nuestro,
que estás en el mar y en los cielos,
santificado sea tu nombre,
en cada ola, en cada viento y en cada amanecer.
Venga a nosotros tu reino,
como llega la marea serena que renueva la playa.
Hágase tu voluntad,
así en el cielo como en el fondo del océano.
El pan nuestro de cada día,
danos hoy, en la pesca abundante y en el trabajo honesto.
Perdona nuestras faltas,
como también nosotros perdonamos
a quienes no comprenden la fuerza del mar.
No nos dejes caer en la tempestad del egoísmo
ni en las redes del desaliento,
y líbranos de todo mal,
como libraste a tus discípulos en la tormenta.
Amén.
En mi poema de ayer, mencionaba que los pescadores tienen sus propios Padre Nuestros, esta es una versión adaptada de la oración, inspirada en la vida de los pescadores y la relación especial que tienen con el mar. Esta oración refleja una profunda fe y devoción, al mismo tiempo que resuena con la realidad cotidiana de quienes dependen del mar para su sustento. Los pescadores respetan al mar y la vida que habita en su seno y tienen cantos y otras plegarias para que el gigante de agua los cuide.