Dame besos de vida,
que mi vida esta compungida,
por la frivolidad no anhelada,
de una estrella fugaz apagada.
Enciende nuevamente mi estrella,
que quiero pedir un deseo,
tenerte para dejar en tu cuerpo huella,
de que, lo que hagamos, no sea solo un paseo.
La ropa lavada, colgada en el tendedero ha quedado,
mas la que nuestros cuerpos cubría,
por el suelo una a una se ha desplegado,
satisfaciéndome completamente, al ver que mi deseo se cumplía.