Mauro Enrique Lopez Z.

Se me fue la pena

Ayer tenía un pena, que en la noche 

no podía dormir y, me desperté en la 

aurora con ese sol radiante. Con ganas 

de trabajar.

Me asomé a la ventana, 

un viento con sabor a mar llegó a mí.

Una alegría sentí en mi corazón, 

que bonito fué.

 Llegaron las embarcaciones 

con buen pescado, regresé a casa felíz 

a disfrutar de un buen bocado del mar 

a su mesa; como lo manda Dios.

 La pena que tenía, no sé dónde quedó, porque 

estoy felíz bendecido de el Creador.