Mauro Enrique Lopez Z.

Te adorore

Te adoré y amé ciegamente, porque 

me dejé engañar por tu sonrisa.

Hoy que comprobé de tu falsía,

cómo me arrepiento y, rezo para que 

mi Dios me ayude a sacarte de 

mi mente.

Espero que poco a poco 

te vayas de mis pensamientos y, así 

tener una vida normal, tiernamente 

y dormir plácidamente. No tenerte 

ni en mi sueño porque, hasta en ellos 

lo hago, que me mie

ntes mujer.