Somos fuego abrazador
viviendo amores de humo,
somos aves nectarinas
cambiando el Menú,
por langostas de rutinas.
¿Cómo fue que esto pasó?
Si juramos tantos cielos,
tantos castillos de caramelos,
tantos nidos de nubes,
acunando nuestros sueños.
El relámpago de Amor
que nos hechizó,
con tanta fuerza, y poco tiempo...
Segundos de infinitos floridos,
espigaron en nuestro aliento.
Y luego sin saberlo:
solo ruido…trueno sin riendas.
Nuestros corazones infectados de cenizas;
nos miramos sin conocernos;
castillos y sueños hechos trizas.
Angel Miguel