Jorge Izquierdo

LA BELLEZA EN UN SUSPIRO

 

LA BELLEZA EN UN SUSPIRO

 

Tú,

de pie,

deleitando a la audiencia con tu voz.

Yo, 

un poquito por detrás,

sentado, 

como siempre situado

a un nivel más bajo,

pero a tu lado.

                      ¿Quién da más?

 

De pronto…

se cuela por la ventana

una brisa de verano 

fresca y liviana,

y ese vestido suave, vaporoso,

que te envuelve, 

cobra vida.

 

 

Lo mismo que el mar 

en un día tranquilo

acaricia la playa y se va,

la tela de tu vestido,

apenas me muestra tus formas,

-tus sinuosidades-

tiende a quedarse flotando,

como un náufrago esperando

volverte a alcanzar.

                                ¡¡Sensualidad!!

 

Yo, 

Incansable buscador de la belleza

dondequiera que se encuentre,

confiando ingenuamente en atraerla

a mi insólito regazo,

pocas veces he sentido 

su aliento tan de cerca.

 

 

Mientras tanto…

Tú,

pequeño gigante,

ajena a tu propio milagro. 

Tu discurso, 

no recuerdo.

                    ¿Qué más da?

 

Es lo menos importante

pues con tu sola presencia

a este atento distraído

ya lo tienes con-vencido.

 

    LUJITAR   (16-12- 22)