Lucio Mendez

El padre nuestro del campesino

Hermanos de secano, demos las gracias al cielo por esta bendición en forma líquida. La lluvia ha sido generosa hasta para hacer un paréntesis de 10 minutos a salida del colegio. Los niños más pequeños han salido asustados, porque era la primera vez que veían los charcos y temían no hacer pie si caían en uno. Los más grandes salían chapoteando.

Ya haciendo la digestión de las migas, oremos en este día especial. Por cierto, a mí se me han quemado las migas porque me he puesto a ver llover por la ventana y cuando me he acordado, tenía en la sartén una torta calcinada. Menos mal que Antonio ha estado atento y le ha dicho a Mari Carmen que me guarde migas. Mari Carmen, Antonio, y Juani son mejores personas que cocineros, y eso que son enormes cocineros.

 

 

PADRE NUESTRO DEL CAMPESINO

 

Agua nuestra, que caes de los cielos, santificadas sean tus gotas; venga a nosotros tu riego; hágase tu fertilidad así en mi huerto como en el del vecino. Danos hoy nuestro fruto de cada otoño. Perdona a nuestras avionetas como nosotros perdonamos a sus pilotos. No nos dejes caer en el desierto, y líbranos de la sequía.

AMÉN