Hermanos de secano, demos las gracias al cielo por esta bendición en forma líquida. La lluvia ha sido generosa hasta para hacer un paréntesis de 10 minutos a salida del colegio. Los niños más pequeños han salido asustados, porque era la primera vez que veían los charcos y temían no hacer pie si caían en uno. Los más grandes salían chapoteando.
Ya haciendo la digestión de las migas, oremos en este día especial. Por cierto, a mí se me han quemado las migas porque me he puesto a ver llover por la ventana y cuando me he acordado, tenía en la sartén una torta calcinada. Menos mal que Antonio ha estado atento y le ha dicho a Mari Carmen que me guarde migas. Mari Carmen, Antonio, y Juani son mejores personas que cocineros, y eso que son enormes cocineros.
PADRE NUESTRO DEL CAMPESINO
Agua nuestra, que caes de los cielos, santificadas sean tus gotas; venga a nosotros tu riego; hágase tu fertilidad así en mi huerto como en el del vecino. Danos hoy nuestro fruto de cada otoño. Perdona a nuestras avionetas como nosotros perdonamos a sus pilotos. No nos dejes caer en el desierto, y líbranos de la sequía.
AMÉN