Quería ser amada…
Me iré con el viento frío de una noche cualquiera.
Escucharas mi voz y no la reconocerás porque ya me habrás olvidado.
Será tu castigo buscarme en tus sueños y no tenerme.
Recordarás que yo te buscaba locamente enamorada tocando a tu puerta.
Quería ser escuchada, quería ser amada pero te hiciste sordo a mi amor.
Me iré y esa noche sabrás que morí entre cantos de nubes blancas,
mi ausencia será tu pena porque no habrá dónde me vayas a llorar.
Recordaras que me hiciste llorar con tu indiferencia y tu olvido.
Recordaras que tú me amabas pero tu orgullo pudo más que el amor.
Escucharas las canciones que en cada poema te dediqué con mucho amor.
Por ese amor puro que sentí por ti y todos los días fuiste mi inspiración poética
Recordaras con dolor el primer día de nuestro encuentro esa noche
fría de diciembre y romántico como eres me bajaste las estrellas
esa noche y me bautizaste como tu arcoíris, ¡tristemente no te di color!
Me iré con el vuelo del pájaro para venir a cantar a tu ventana
y sorprendido lloraras mi ausencia recordando que te amé como ninguna.
No habrá duelo en tu alma porque hace mucho que me sepultaste,
Mucho antes de que tu amor fuera mío, porque ya había una elegida en tu alma.
Culpable? no eres culpables soy yo por enamorarme de un imposible.
Y la vida se me fue amándote y hasta mi último aliento te pertenece.
Tu arcoíris se apagó una noche en un cielo nublado y nunca te dio color.
Estuve, aunque a veces parezca que no estuve en tu vida y tú en la mía.
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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Sábado fue, y capricho el beso dado,
capricho de varón, audaz y fino,
mas fue dulce el capricho masculino
a este mi corazón, lobezno alado.
No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mí, mas juega y rueda el dado.
Yo soy esa mujer que vive alerta,
tú el tremendo varón que se despierta
en un torrente que se ensancha en río,
y más se encrespa mientras corre y poda.
Ah, me resisto, más me tiene toda,
tú, que nunca serás del todo mío.