MIGUEL CARLOS VILLAR

Poesía hecha piel

 

 

Poesía hecha piel,

mapa de enigmas:

cada verso una herida,

cada palabra un susurro por descifrar.

Rozar tus contornos

es vivir el palpitar

de tus secretos

en

busca del placer que prometes.

 

Desgloso tus metáforas

buscando una verdad escondida,

una caricia pendiente,

un deseo que se niega a ser nombrado.

 

Piel sensible y vulnerable

como

el alma que te habita,

se estremece bajo el goce

de

ser comprendida.

 

Silueta erótica entre lo tangible y etéreo.

Poesía convertida en carne.

Habitáculo sensual.

Rincón oculto,

imposible poseerte,

solo rozarte.

En ese contacto

anhelo

continuar buscando

la promesa de una satisfacción perdurable,

aunque…

siempre esquiva.