En realidad el tiempo si vale oro, el tiempo realmente pasa muy rápido y el mañana no es seguro, quizás mañana sea un no, quizás mañana sea un te amo menos, quizás mañana sea un ya no está, un día perdido realmente puede costar todo lo que queremos.
Mirando el techo me pongo a pensar, que el tiempo no se detiene y solo aumenta mi pesar, las cosas cambian en un pestañeo, un susurro en mis oídos al despertar.
Un día perdido, un día que pudo haber sido, y seguimos pensando que si damos la vuelta aún estaremos ahí, recordando lo vivido.