Hoy la gente me preguntaba,
¿qué tienes, qué tienes, qué tienes?
Se ven tus ojos apagados,
se nota en ti una tristeza.
Normalmente no eres así,
siempre te muestras alegre,
pero hay algo en ti
parece que el alma te duele.
A nadie le respondí
Pero en mi mente me decia
Es como si el peso del mundo
se hubiera posado en mis hombros,
y cada suspiro profundo
revelara secretos hondos.
Quizás es el eco del tiempo,
o una sombra que no se va,
pero en cada mirada perdida,
hay una historia que contar.
Seguía conversando con el yo mismo
Y en silencia me decía
No te rindas, sigue adelante,
aunque el camino sea incierto,
encontrarás en cada instante,
un motivo para estar despierto.
La vida es un viaje complejo,
con días de sol y de sombra,
pero en cada paso que doy,
hay una voz que te nombra.