Como un cordero perdido,
Como una hoja arrebatada,
Como triste grano de polvo
Que el viento ha levantado
Y voy en espacio desolado.
Como el correr en picada
Sabiéndose río abajo,
No rehusó mi destino
En la próxima cascada.
Sereno asumo mi solitario rumbo
El mismo que me he trazado
Con este tiempo pulsante y vivo
De mi corazón ahora solo y perdido
Por creer en unos besos y enlosa te amo,
De unos labios que mordí enamorado
De unos ojos que alucinaron mis miradas
De unas manos que acariciaron mi espalda
De las pieles envolviéndose en las ganas,
Y que resultaron ser aguijones del alma.
¿Como pudo decirme que me amaba?
¿Y pudo ilusionar mis sueños de esperanza?
¿Còmo pudo meterse en mi corazón?
Con su encanto de mujer sedujo mi hombría
Y con sus labios amarme y con ellos matarme.
Cuando el crepúsculo apenas aparecía,
Cuando se nublaban de oscuro sus pupilas,
Cuando explotaban orgasmos de sus mejillas,
Y el contorneo de su cuerpo en mi se sacudía
Me nombró equivocadamente, y sentí que moría.