pasaba

OMAMORIS

Perdona mi arrebato-me dejas que 
entre  en tus versos, me confunda en tu suave velo, pierda hasta la locura y que seas mi desvelo?
Yo sin quererlo y entre líneas te regalo uno de mis sueños, chocolate, fresas y delicias caramelo, 
mis palabras negro terciopelo para  que te enredes en mi pelo y duermas en mis  poemas como en una almohada de suspiros color brisa,
Enrédate en mis pestañas para que abaniques mi vida. 
Enrédate en mis deseos  color hierba buena y el mejor Äy rosé.
Conviértete en un lazo, en un  misterioso Omamoris japonés,  esos de color rojo que anudan hasta el infinito, esos que te enlazan  como araña caprichosa que entres en mis palabras y me devuelvas la risa. 
Sabag, palabras escapándose