Ella en su presencia tentadora, se vuelve perturbadora,
despierta en mí una pasión devoradora, que provocadora…
No hay control en mi mente, solo un deseo ardiente.
Dejo de ser consciente, la imaginación vuela en mi mente…
Cada poro y pliegue de mi piel anhela su contacto,
cada mirada, cada beso, cada caricia, me provoca un impacto.
En el abrazo apasionado, en todos los besos robados,
se encuentran los instantes que quedan en mi mente grabados.
Sus manos recorren acariciando lentamente mi piel,
desatando un vendaval de placer,
solo pensando en lo que me va a hacer...
Yo ya empiezo a enloquecer.
Su aliento en mi cuello, como un suspiro,
que me embriaga y me hace sentir vivo.
La habitación se llena de gemidos y susurros…
Como el murmullo del viento entre los muros.
No importa el tiempo, no importa el lugar,
Solo importa esta pasión que nos hace flotar.
Cariño, vamos a disfrutar, déjate llevar…
Solo tú y yo sabremos lo que aquí va a pasar.