Nada es casualidad,
desde una perspectiva interior
nada ocurre sin un fin mayor,
incluso las aves que surcan
los aires no caen sólo porque sí,
incluso las guerras tienen
una enseñanza para las personas,
eso mismo, la enseñanza
de emprenderse a ser más persona,
que detrás de toda guerra
existe un ser humano endiosado;
que hasta la creación entera
llora y soporta los daños
que causa el gran enemigo del hombre,
esa imagen aureolada de sí mismo,
fuego fatuo, dios tirano y sanguinario,
¿cómo me libro de esta desgracia?,
estoy contaminado
y me encuentro en cuarentena,
mi enemigo está dentro de mí,
mi combate es conmigo mismo,
mientras no derrote al dragón,
mientras no me suma en el silencio
y la paz matando de hambre a la bestia,
mientras no sacie mi sed
de la fuente misma del Amor,
no podré salir jamás de mi encierro
y amar a mis hermanos,
no podré probar la verdadera libertad;
basta ya, llegó la hora,
es el momento de salvarme,
oh Amor tómame de la mano
en este sombrío trayecto
hacia la Luz.