Para desoxidar las manos
pintare un girasol al atardecer
frente a las olas del lago.
Con la luz de las estrellas
daré brillo su gentileza
y paz a mi alma.
Para volver a vivir
soltaré los pesares de antaño
que encorvan mi espalda.
Levantaré la mirada
tomaré aire fresco al amanecer
para recordar el sabor húmedo del campo.