Con pudor pero seguro
de oír el llanto de otro,
pienso que ya queda poco
que oigan el mío otros muchos.
Y por tanto lo sospecho
que de cerca lloraré,
porque siento el padecer
en la garganta y el pecho.
Por lo tanto no me escondo
porque llorar ya está hecho
y mi mal, lo siento hondo.
Y si lloro, y se que es cierto
que llorar es desahogo
y alivia mi sufrimiento.
Y si pecar he pecado
el castigo lo soporto
y lloraré lo que pronto,
he de pagar por salvado.
Cual pecador, se condena
con dolor y con su llanto,
que me alivia estar llorando
y pagar tanto que deba.
Que justicia habrá mas justa?
que llorar arrepentido
por no volver a pecar.
Que pecados cometidos?
no se pagan con llorar
ni se dejan al olvido.
Con pudor, pero seguro
he de llorar como un niño,
y mi llanto habrá sido
el perdón que siempre busco.
Hoy si lloro, fue que ayer
no pensé que era pecado,
hoy de nuevo volveré
a sentir todo lo malo.
Y mi alma llorará
por el perdón tan ansiado
por tener al fin, la paz.
Que pequé, eso esta claro
y por eso he de llorar
hasta quedarme extasiado.
Lo siento... he de llorar.