LLUVIA.
Llueve sobre el horizonte,
como en tus ojos llueve,
y esa lágrima incontinente,
si no la lloras, se hará nieve.
Magna similitud:
Tus ojos y el cielo,
en tu mirar excelsitud
y en tu alma. Alba y desvelo.
Y cuando recordando afores,
todas las emociones pasadas,
te conminaran… Que no llores,
pues están en tu alma arraigadas.
Y sonreirás serenamente,
entre nostalgias y dicha,
y una lágrima discretamente,
enjugarás con premisa.
Y cual lluvia, será tu llorar,
anegando recuerdos y anhelos,
como anegan beatos los cielos,
tierras ociosas o por sembrar.
Y habrá lluvia en tus ojos,
siempre que suelas recordar,
más no hagas tu vida, abrojos.
El vivir… Está en el amar.
Ama pues simplemente,
sin reservas ni prejuicios:
En el amor son inminentes,
momentos gratos y suplicios.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Octubre 22 del 2024.