Salvador Galindo

No importa

No importa que llegue a perder la cabeza

De cualquier forma todo ya se ha perdido alguna vez

No importa que descubran que estamos solos

Aunque subastaran la imaginación no te dejaría partir

No importa que estas sean los versos de despedida

Este no puede ser el comienzo de nada

Porque aún somos demasiado felices

Porque aún nos quedan muchas vidas por morir

Porque hay suficiente ilusión afuera

Para regresar a nosotros mismos

Armados hasta los dientes

 

No importa que nada conduzca a nada

No importa que las palabras no basten

No importa que la verdad sea la mentira de moda

No importa que el sentimiento (ficción romántica)

sea prostituido en función de las reglas de la sociedad

Que exilian al individuo de sí mismo,

Que exilian a la raíz del órgano,

Aquí estamos nuevamente

Llamando a las cosas y a los nombres

Por su sentido arbitrario, su métrica mercenaria

Un antojo de aficionados al oficio de vivir…

Y de pensar ni hablar, en el ocaso de una puerta

Y el hermetismo de nuestros cielos.

 

No apostemos a héroes solo por sacrificar unos instantes de indeterminación

Hablas de libertad pero no entiendes

Que la libertad podría hacer de nosotros

Unos perfectos desconocidos

Rompe tu nido no importa

Que no existan libros que versen sobre nuestra vanidad

No apostemos a fábulas ni resurrecciones

Todo entre nosotros puede volver a ser

Pero recuerda que también se corre el riesgo

De que todo entre nosotros

Eventualmente deje de ser…

Así que no importa, solo pronúncialo

Gesticula el idioma de nuestras omisiones

De nuestra cobardía emocional,

De nuestro miedo adornado de retórica

Solo para echarle brasas a la costumbre

De sabernos juntos en el vacío de la historia

Que otro contará por nosotros…

Y qué, como Miles Davis en su espectáculo setentero

No importa que la memoria se encarne

En nosotros como música justiciera

Como motín en la sala de clases

No importa que no nos importe nuestro futuro

Ya encontramos nuestro estribillo prohibido

Ya dejamos de ser para regresar

a esa falta de importancia que nos constituye,

que nos patea el rostro de la realidad

a partir de ahora y los próximos puntos finales

Solo borra el nervio de esta boca que habla por ti

Porque ya no importa que hayamos desaparecido

Porque nunca importó que no tuviésemos un lugar en el mundo

Deja de leer esto, deja de mirarme a los ojos

Deja de abrir tu corazón

No importa que seamos polvo cósmico

No importa que las calles no tengan nuestro nombre

De cualquier forma todo ya se ha perdido alguna vez

Este no puede ser el comienzo de nada

Porque aún somos demasiado felices

Porque aún nos quedan muchas vidas por morir

Porque hay suficiente ilusión afuera

Para regresar a nosotros mismos

Sin importar a qué costo.