LAS NOCHES DE LOS AMANTES
En la distancia de un beso
se atesora el deseo mío
de ser nosotros cada día,
un instante y un latido.
Entre mis manos tu Cielo
escribiendo en él mi nombre
versado con el tuyo
entrelazado para siempre.
Una idea vuelta pensamiento,
girando en mi universo,
como un suspiro que va por el viento
intentando no dejarnos sin aliento.
Aquella caricia clandestina,
evocando sueños de locura,
perdidos de madrugada
con el aroma de las rosas.
Después el silencio,
que nos guarda complacido,
en la pausa del tiempo
cual fugaz parpadear.
Nosotros, tan locos
escapando de la realidad,
de las reglas de la sociedad,
de las formas tradicionales de amar.
Queriéndonos así,
tan cerca y tan distantes
como suelen ser los días
y las noches de los amantes.
ANGHELUZ