Son caricaturas de hombres
minimizan a las féminas.
Se solapan y a todas luces
¡son despreciables!.
Con ínfulas aplican
como verdad absoluta,
la violencia de género.
Se aspira que con las leyes
su fuerza bruta neutralicen,
dado que las féminas; somos
iguales o superior a ellos.
De armas tomar
los ponemos en su lugar,
con orgullo nos despojamos
del peyorativo “sexo débil”
y, eso es otro cantar.