Éstos -dijo el Cura- no deben de ser de caballerías, sino de poesía.
Y abriendo uno, vio que era La Diana de Jorge de Montemayor, y dijo, creyendo que todos los demás eran del mesmo género:
-Éstos no merecen ser quemados, como los demás, porque no hacen ni harán el daño que los de caballerías han hecho; que son libros de entendimiento, sin perjuicio de tercero.
-¡Ay señor! -dijo la Sobrina-. Bien los puede vuestra merced mandar a quemar, como a los demás; porque no sería mucho que, habiendo sanado mi señor tío de la enfermedad caballeresca, leyendo éstos se le antojase de hacerse pastor y andarse por los bosques y prados cantando y tañendo, y, lo que sería peor, hacerse poeta, que, según dicen, es enfermedad incurable y pegadiza.
Cervantes - El Quijote
Por el océano Atlántico no se alcanzan las tierras de mares más vastos, profundos, estrepitosos, dónde aves nocturnas se hunden y emergen en el horizonte con las alas rotas, caídas; los hechiceros noctámbulos las sanan; y continúan volando.
El amor es ese pájaro que vuela libre por el mundo, y si un día se posa en tu ventana, se alimenta por esos breves instantes; luego, sigue su curso a lugares remotos.
Las nubes, vivas, muestran su garbo, colores, formas …, qué hablaran desde los altos cielos: visión privilegiada, oído atento, al sol por testigo.
Las dulces palomas vuelan, a su nido, enamoradas, amistosas y perfectas, llevan mensajes a Romeo, Julieta desespera, su amado sostiene en sus brazos a Mercurio muerto por Teobaldo; entonces, Romeo blande su espada hiriéndolo de muerte.
Volverán los vientos a agitar las almas, es el aire que está vivo, a veces duerme, suspiros, brisas, resuellos...
La vida es transformación, movimiento, todas las cualidades del universo entero, esa es la realidad inventada desde el posible big bang o lo que hubiese sido, en ese complejo vamos con consciencia o sin ella, desde el más mínimo fotón o cuerda o lo que sea el mínimo minimorum hasta el total incluyendo la galaxia más lejana, dónde sea que estemos ubicados en esta inmensidad.