Jorge L Amarillo

Ni como, ni donde, ni cuando.

Un enorme silencio dado al olvido

una lágrima que se va despertando,

un verbo que no haya su adjetivo

un tiempo que nada lo va llevando.

 

Un sueño que solo se ha dormido

una caricia que escapó de las manos,

un corazón que solo busca estar vivo

y una fe que solo espera un milagro.

 

Un espejo que devuelve lo mismo

la calma en el humo de un cigarro,

una verdad escondida en un libro

y sombras que un día se marcharon.

 

Una realidad que no he comprendido

un amor que me ha abandonado,

una pena que profunda me ha herido

un viento que me ha ido arrastrando.

 

Una confusión en mis cinco sentidos

un aire que solo me fue envenenando,

silencios que en mí solo hicieron ruido

palabras que solamente fui callando.

 

Una vida que fue perdiendo su ritmo

lo distante que se ha ido acercando,

y el verbo que no haya al sustantivo

y ¡yo sin saber ni cómo, ni dónde, ni cuándo!