Y están las palabras,
con destinos opuestos pero jamás distintos,
lanzadas como objetos en algo desconocido.
Alguien afuera que las atrapa,
las besa, arruga o quema,
o al solo \"yo mismo\",
que las esquiva y quiere dejar al olvidó.
Negros hilos perdidos,
dados al negro indefinido,
gritadas por el mudo
y escritas al obturado.
Caminan atrapadas en un sueño,
guiadas en busca de un sentido
que se pierden al no querer hallar consuelo.
Tú que las lees,
tratas de tenerlas,
al atraparlas, ¿me crees comprendido?
Yo que las siento,
mucho menos las tengo,
se funden con el tiempo,
como las moscas, perecieron.