Fecha de escrito: 23/09 al 11/10/2024
Querido poeta:
tu mundo está lleno de estrellas,
de la hermosa luz del arcoíris;
de la tierra más bella
y del canto de los colibríes.
Tu vida es como una montaña
que, con amor, debes escalarla,
encontrando así a los tesoros
de la luna en cada mañana.
Y como montaña, poeta querido,
es que debes sujetarte fuerte
cuando gotas de agua riegan tu nido
y, a veces, en juego está tu suerte;
como resbalar, como caer,
como decepcionarte al perder...
es donde debes de demostrar
la valentía para no descender.
Querido poeta, que te encuentras
bajo el tormento de esas lluvias,
de estas en las que, sufriendo, cesas
y te llenas el corazón de angustia
al rodearte del agua sucia
que recorre tu alrededor,
al no saber cómo más luchar
para no caer en el resbalón...
que, además, escribes versos
que hablan sobre la gran falta
de esos tesoros que se esconden,
de que para volar ya no hay alas...
Te alabo y te vengo a desear
que no sea el último intento,
ni el último de los suspiros,
ni el último de los versos;
más bien, que sea la última vez
que dejas un poco de sujetarte,
pues por ese poquito es
donde mucho empieza a lastimarte.
Querido poeta, por cada resbalón
en esos charcos llenos de lluvia,
sujétate aún más, pon fuerte al corazón;
No dejes de luchar, da un empujón.
No digas \"adiós\", di ¡hasta pronto!
al sentir que no puedes escalar
pues te rodea ese lodo
que te impide a la luz mirar.
Y aunque esa montaña sea desafiante
y sientas en tu ser su peligro,
y te entristezcas por lo grande
por si se derrumba ese nido...
fíjate en todas sus maravillas,
en la pura naturaleza,
en sus flores que brillan
pero nada de sus malezas.
Querido poeta, entonces
¿Por qué amistarse de esos malhechores
y les quieres pedir que te bajen
de esa montaña llena de flores?
¿Por qué mejor no amar a la biósfera,
al jardín con delicadas plantas,
a un paisaje que te espera
y al sol que cada día te levanta?
Ama a la vida, no al pasado;
dite \"voy a continuar\", no \"he terminado\"
acaricia lo que te atormenta
y de la vida te deja apartado;
acaricia, demostrando maña
ante todas sus desventuras;
para hoy, no para mañana.
¡Levanta de esa caída tan dura!