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Lo que tienes en las manos
como podrás ahora ver,
no lo escribí para ti
y aunque puedas disfrutarlo,
sin embargo…
era solo para mí.
Sabrás como soy -como fui-.
Qué he sentido
con el paso de los años.
Respirarás con mi aliento,
-que es el tuyo-
y besarás con mis labios.
Y entre la gente que quieres,
abrazarás con mis brazos
y si el azar lo dispone
se estrecharan nuestros lazos
pues tal vez nos conozcamos
en corto o en largo plazo.
Y sentirás mi impaciencia,
mis lamentos, mi alegría
y sabrás de mis vivencias
las que albergué día a día
viviendo esos locos años
de desfase y rebeldía.
Y aquellos buenos momentos
que sin duda llegarían,
disfrutando con mis cosas,
caminando por mi vida;
conocerás mi pasado,
mis carencias y agonías.
Y también los desamores
que atormentaron mi vida
y esas grandes esperanzas,
mil ocasiones perdidas
que me hicieron regresar
hasta el punto de partida.
Y podrás gritarlo a voces,
comentarlo con tu gente
o musitarlo entre dientes…
Y aunque sea de perogrullo
presumo de haber vivido
dignamente y con orgullo.
Y después de estas palabras,
de estos versos que ahora escribo
me daré por satisfecho
en honor a la verdad
si a algo de lo leído
le sacas utilidad.
Del poemario: De mi puño y letra
Esta obra está registrada y publicada. Tiene derechos de autor.
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