Emilio Barrios

El perro callejero

El perro callejero vaga bajo el sol, bajo la lluvia, busca dueño, busca comida.

 

Pobre perro callejero, abandonado desde pequeño; mataron a su madre; le quitaron sus hermanos.

 

Ese perro callejero trota por las calles con su hambre; la figura la tiene escuálida y desnutrida.

 

El perro callejero, casi sin pelos, duerme con parásitos en algún rincón; sueña con un hogar, una familia.

 

Aquel perro callejero, si come mucho, casi todo lo vomita; vive su día hasta donde su corazón lo permita.

 

El perro callejero siente celos de otros perros; nunca conoció una veterinaria ni la peluquería.

 

El infeliz perro callejero camina lleno de sarnas, llagas y algunas heridas; su mundo es total agonía.

 

Ese perro callejero mueve la cola a las personas quienes le propinan regaños, rechazos y baldes de agua fría.

 

Triste perro callejero, con su nariz puntiaguda, de ojos apagados, espera la muerte para librarse de su suerte…

 

Perro callejero, inmunda criatura; no fue el destino que quiso que viva en un infierno, sufriendo los inviernos hasta que muere en el verano.