HE RENUNCIADO AL AYER
He renunciado al pasado,
aquellas flores de matiz inocente,
esas deliciosas aromas que me roban la mente,
ay, pero qué pobres de esencia y cariño esperado.
He renunciado al camino,
esos atajos a una fugaz satisfactoria,
ascensor engañoso que solo deja ver la victoria,
rumbo equivocado, mi mal y aferrado destino.
He renunciado a los momentos,
aquellos que fueron caprichos del azar,
que parecían dulces e imposibles de olvidar,
plagados al recuerdo de mis tormentos.
¡Lo inolvidable ha renunciado,
el porvenir se ha revelado!
Aunque los recuerdos castos y adorados,
siguen allí cohibidos y amordazados,
las cuestas vencidas a mi edad,
caminos sesgados que guardan mi verdad,
son memorias intangibles,
como estrellas imposibles.
Hoy tengo tres fuerzas que me ayudan a vivir:
mis dos motivos y la esperanza conyugal,
y el combustible de mi existir,
es la fe que alberga mi alianza sentimental.
Corazón Bardo ©