Matias 01

Diario (27 octubre 2024)

Del odio voy hacia el silencio siempre,

cada vez que recojo

las palabras derramadas como cadáveres

sobre las turbias olas de la noche.

 

Escribo con las ganas de querer vivir más,

con el deseo de encontrar

los ojos

que arrastren la luz de algún destino

y antes que las voces

se pudran en los labios tapiados,

muertos

 

Mientras escribo el perro ladra, reclamando

porque tanto silencio,

porque golpea tanto el vacío

y porque las hojas hacen un muro de letras,

siempre.

Solo él, mi perro, sabe vivir y morir con las penas

de otros,

solo él está allí y no sabe decir adiós…

 

¡Ay la vida! Se me apaga el cuerpo, despacio,

tan lentamente,

como gusano huyendo de la tristeza

y de este hermoso dolor.

¡Ay Dios del amor, del más allá, del otro

mundo!

El espíritu como la luz, es la idea de un fuego

que se nos va,

como el aire que escapa

cruzando los altares de la vieja tranquilidad.