Mi carta de ayer no leíste
y la de hoy,sin más,ignoraste.
Tendré que asumir que partiste
a cumplir tus sueños de infante.
No seré escollo a tu navío
ni la nube gris en tu cielo
prefiero guardar lo vivido
y remontar mi propio vuelo.
Deshazte de aquellos escritos
que por ti fueron inspirados,
rómpelos y hazlos añicos
que en mi pecho quedan grabados.
Así pasa a quien se enamora
y no encuentra cómo olvidar
los recuerdos de la persona
que en el alma suelen quedar.
W.M®