Si en una –cultura-
Existieran los colores
Pero “no” sus nombres
O, por el contrario
Muchos nombres
Para un –mismo- color
¿Cómo sería el mezclarlos?
Y quien tendría
Esa voz de mando
¿El lingüista?
¿El esteta?
¿El conquistador?
Bueno,
Nosotros somos “hijos”
De ese encuentro
Sin saber del lugar
De nuestro estar
Como el –marrón-
En el Guaraní
Y el –blanco-
En el Esquimal