Transcurren los días inconstantes
bajo un cielo azul indistinto;
los anteriores ahora extintos
quedan sin colores un instante.
Lo mismo el espíritu frustrante,
en el diario vivir del humano,
llueve en su corazón en verano
desabriga en frío penetrante.
Hay momentos de cálidos abrazos;
hay unos de triste desapego,
como otros sin un hasta luego.
Existen días de gran agasajo,
debajo de un sol emocionante,
otros camino al desparpajo.