Eres la llama en la bruma,
un faro que nunca llego a tocar,
como el sol que alumbra de lejos,
pero que nunca puedo alcanzar.
Eres ese suspiro en el viento,
que pasa, se aleja, y se va,
una sombra que sigue bailando,
cuando la luna comienza a brillar.
Y aunque corro hacia ti,
como río que busca el mar,
eres la línea en el horizonte
que jamás podrá cruzar.
Espejismo de tu amor,
reflejo de lo que soñé,
te veo, pero nunca te tengo,
y en el intento me pierdo otra vez.
Eres la lluvia en mi desierto,
el agua que muere al tocar,
la flor que nace en el hielo,
pero que no puedo alcanzar.
Eres la estrella más brillante,
perdida en un cielo sin fin,
y aunque extendiendo mis manos
te escurres como un sueño de abril.
Como un eco sin voz,
un cielo sin sol,
eres el destino que nunca me alcanzó.
Como un libro sin fin,
un anhelo sin paz,
mi amor imposible,
mi eterno quizás.