Se me antoja el silencio entre vos y yo
Se me antoja un momento de calma
Un descanso
Un instante
Un paraíso de sosiego en la huella genética de tus pupilas
Se me antoja el calor de tu cuerpo
El veneno adictivo de tu olor
En medio de la nada
Se me antoja la punta de tu nariz recorriendo mi ser
gastándome el cuello y la frente
susurrándome con aire
Se me antoja perder mi espacio
Y permitirte que violes mi privacidad
Se me antoja la eternidad en tus ojos
se me antoja contemplar por eones tu figura desnuda
imponente frente a mi
se me antojan tus músculos relajados y tu piel descansada
incluso las yemas de tus dedos desnudándome de pudor.
Se me antoja tapiarme los párpados de impulsos
y permitir a tus labios apolillarme los pretextos
se me antoja tu sonrisa en mañana de domingo...