No me preocupo,
no siento mas que miedo
a la oscuridad absurda de mis sueños ,
no los comprendo pero les temo,
lagunas mentales, luces,
vociferaciones,
caídas al vacío inconmensurable de mi mente,
despierto exaltado ,
miro alrededor la habitación
siempre iluminada por las farolas de la calle
que dan a mi ventana.
Trato de volver a dormir,
me recuesto nuevamente,
no concilio el sueño permitido por mi cuerpo agotado.
Mi mente juega con mis nervios,
la imaginación se concentra en mil posibilidades
que deseo a mi destino, a mi pasar.
Pero la realidad es la realidad que esta, que existe,
y debo exigirle a mi cuerpo un poco mas de resistencia,
debo proseguir,
así la angustia rebalse los limites ,
no bajare los brazos
permaneceré sosegado
y abrazare el amor que me rodea.