Tal vez despertó a la vida,
sueño profundo de un romántico,
idilio suspirante y armónico,
de cuando en cuando se olvida…
… que gritando no hay salida,
las sombras aguardan aún después,
con cada sentimiento distorsionado,
circunstancias y amores de revés…
¿Quién podría ser tan fuerte,
para entender que se puede ser feliz?,
en el amanecer lluvioso y gris,
en la existencia, en la incomprendida muerte.
Cuelga el teléfono de antaño,
ambiguo y ermitaño, se sintió,
desplazado, homófono y muy cansado,
no era amado, no le importó, no se había engañado…