Por las mentiras vivimos,
por mentiras trabajamos,
por las mentiras sufrimos,
mentira es que nos amamos.
Y luchamos…
Siempre por una mentira,
y, aun sabiendo que es mentira,
cada día nos esforzamos
para llegar más arriba.
Cuando la cima alcanzamos
comprobamos que es mentira,
la felicidad, no anida arriba,
tampoco abajo.
Solo en el vientre materno
puede que exista la dicha,
es imposible saberlo,
desde luego en este Averno
que algunos llaman infierno
solo existe la desdicha.
Hay espejismos, sin duda.
Fugaces destellos son
que deslumbran la razón,
pues de la verdad desnuda
no soporta la visión.
Vida eterna, proclamamos.
¡Con lo que pesa la vida!
¿De verdad la deseamos?
¿O solo es otra mentira?
O quizás es la mentira,
esa, en que nos apoyamos
para soportar la vida,
esta, que aquí detestamos.
Y mintiéndonos vivimos
esperando la otra vida
aún, sabiendo que es… Mentira.