Mirar tus labios es sentir en el alma la dulce melodía de tu corazón.
Encanto eterno lleno de armonía en ese palpitar.
Te miro y se agita mi pecho y una voz dulce nace desde mis adentros.
Solo tu hermosura, esa que a través de tus ojos irradias, hacen de mi, un romántico poeta y soñador.
Sin pronunciar palabras, resuena en cada sentir esa dulce melodía que destilas a través de tus ojos.
Tu sonrisa también habla y arrulla hasta lo más profundo con esa vocecita llena de virtud.
Suerte tengo de haberte conocido para poder saborear el placer más lindo que se siente en el alma con solo mirarte.
Tienes esa dicha y ese son de ser diosa y humana a la vez.
Suerte tan grande la mía de tropezar un día con ese encanto del cielo que me envuelve en su dulce melodía.