Brihuega, me acerco a ti por la vega,
dorada por la otoñada alcarreña;
y mi corazón curioso se llena
de tus muros,arcos y puertas,
de tus insondables cavernas,
de tus fuentes de aguas nuevas,
de tus hastiales y altas espadañas,
y de tus miradores y montañas,
y aprende de tan antigua maestra
que tus historiadas sendas
todavía no están muertas.
Brihuega, luchadora y guerrera,
en cada rincón brota una leyenda,
tallada por el agua del fondo de la tierra
y perfumada con lavanda fresca.
Brihuega, árbol de roca vieja,
anclado al suelo con raíces de piedra.