La vida es una carrera con un principio y un fin, es una bendición para algunos……
Para los que por naturaleza disfrutan el día a día a su manera, sin pensar, ni preocuparse por nada…
¿Acaso esta vida bendita existe de modo predeterminado? O ha sido creada por el sudor intenso de tus progenitores, la explotación de terceros o hereditariamente?...Lo cierto es que el día a día no resulta tan grato para los que se levantan de la cama con un programa tatuado en su espalda, al cual obedecen de modo consiente e inolvidable, pues cuando apenas comienzas a soñar con borrar este programa insoportable, es cuando algunos son considerados como inútiles baterías descargadas que deben ser desechadas y es cuando el maldito tatuaje se hace más pesado que nunca, te dobla las rodillas y te obliga a seguir una ruta obligatoria, la ruta de la vida a favor de los demás y en sacrificio de uno mismo.
¿Qué haces si ya has empezado a correr por un camino, el cual te ha demostrado que tus pies no transitan por él, cuando se hayan gastados las suelas de los zapatos que te han dado tus impulsores?
Esa decisión déjensela a su corazón y no usen la cabeza en ningún momento, solo cierren los ojos y que de seguro cuando estén cruzando la meta de su intensa carrera la palabra arrepentimiento no existirá en ningún rincón de tu ser……