Se pasa el otoño
y anuncia el invierno,
que llega despacio
con nubes y vientos.
Se van los colores
tan lindos y recios,
dejando en las almas
su miel y embeleso.
Asoman suspiros
en labios inquietos
y surgen susurros
dejando recuerdos.
Se vive la vida,
que es un momento,
se pasan los ratos
volviendo el silencio.
Y surgen las noches,
tan largas, de negro,
con esos temblores
que encogen los pechos.
Hay flores marchitas
que están por los suelos,
dejadas por manos
que tiemblan de miedo.
Y hay ojos que buscan
la luz en los cielos,
y ven las pupilas,
amadas, en ellos.
Y entonces ansían
sus brazos y cuerpos
al cuerpo añorado
que amaron en sueños.
Se pasa el otoño,
nos deja sus versos,
y escribe el poeta,
sin voz, un \"te quiero\"...
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/24