Lo que los presentes añoran como vela al viento,
desaparece en cuanto lo nombran,
y no decanta pero quiere ser poseído.
Sus sombras desean textos
Para conspirar junto a los necios
y cuando encuentren desierta su imaginación
te darás cuenta de que su voluntad
se resume en arena y capricho.
Lo opuesto, la cara inversa, prohibida
Viviendo como un punto
entre dos paréntesis,
Como un revoltijo de ángel y demonio.
No confundas sus nombres
con los ecos de la caverna.
La lluvia cae en el espacio en blanco,
Las polillas del cuarto lloran su inmaterial promesa
haciendo de la luz un fugitivo que retorna a la concha.
Envilecida la materia, inflamado el abismo,
El cielo se precipita a su descenso.
Las aristas van de aquí para allá
Y crees armarte en medio de la oscuridad
pero aquello que escondes entre borrones eres tú misma,
y buscas alguna salida de emergencia, alguna nota discordante
y caes en presente, y lames el eje de las luces,
y es producto de la imaginación,
que todo lo puede al ser pervertida,
al ser mordida en su punto de carne, su punto vital
Y procuras que tus amores, tus revoluciones y tus quimeras se revuelvan
Que el líquido negro por fin haga engendrar una visión en tu mente
Y toda la experiencia salga eyectada de una sola vez.
Y ya que esta fantasía giró alrededor de su propio vicio
Esta inédita escatología
Romperá con nuestra complicidad ciega y perpetua,
como la noche, como la creación en un crimen sideral.
Entonces da vuelta la página
Y reinventa el absoluto cero.