Antonio Martín

Ella y él

Ella
Mis ojos son dos flechas
dirigidas hacia ti,
como dos buenos cohetes
y no son dos cualquiera.

 

Él 
Y mis ojos son escudos
que a tus flechas pararán,
aun llevando tu veneno,
lo enfrentaré sin apuros.

 

Ella
Inocente te hizo Dios,
bien lo sabes tú
y mis flechas dolerán
igual que un aguijón.

 

Él 
¿Atacar...? ¡Ataca ya,
qué me río a carcajadas!
Solo risas me provocas
y en mi guarida lo verás.

 

Ella
Dejémonos de juegos
y ajustemos nuestras cuentas
en paz y calentitos,
pues solo quiero premios.

 

Él 
¡Esta guerra se complica!
Mi artillería sacaré
muy llena de lujuria
y en mi guarida... no finjas.