Corazón partido, en mil pedazos,
Un amor perdido, entre las sombras.
Recuerdos vagos, como fantasmas,
Que rondan mis sueños, en las noches largas.
El tiempo vuela, un ave sin control,
que escapa entre los dedos, sutil y veloz.
La vida, un sueño efímero, un farol,
que ilumina la noche, pero se extingue al amanecer.
Amor, palabra que el alma entona,
en cada latido, en cada ilusión.
Desde la cuna hasta la zona
más recóndita de la razón.
Es madre, amigo, amante fiel,
la luz que guía en la oscuridad.
Un lazo eterno, un inmenso mar,
donde el alma puede navegar.
La esperanza, un barco en alta mar,
que navega siempre hacia un nuevo sol.
Aunque las tormentas quieran arrebatar
sus velas, sigue adelante, sin control.
Es el faro que ilumina la noche,
la fuerza que nos levanta al caer.
En cada amanecer, un nuevo broche,
para seguir soñando, para querer.