Josué Gutiérrez Jaldin

“CATRINA Y ALGUNOS MÁS…”


 
\"Por mi lada pasó...
con la mirada agachada, subsanando sus penas... en colorida mortaja, burlesca calavera...
mucho lamento en un corazón puro,
lento de andar en póstumo altar,
sonrisa desprendida en carmín oscuro... corría muy despacio...
mas la prisa desgreña, a la santa muerte...
 
Luego a lo lejos a una amiga de \"leyenda\", muy triste por cierto...
perdió a sus hijos en un profundo riachuelo... día y noche llora desconsoladamente y el no saber cómo estarán, ni dónde andarán... la mató de angustia y dolor... pena encarnada, en alma eterna... de amor quizá...
 
Esa noche mexicana, la sentí muy pesada, cual ligero corcel, se desata en acrepusculado anochecer... varado en una isla, llena de muñecas... vasilaba cánticos de almas sin fin...
espantos de dolor, estruendos de temor... ¿Esta noche podría empeorar? digo no...
 
Gracias al cielo, un señor a caballo, debe ser buena onda... le pediré un ride amablemente...
¡Ohhh, santo cielo! de sus ojos salen llamas de viva centella, sus palabras me estremecen como niño asustado,
y su caballo endiablao, me mira con ganas de mandarme con San Pedro... Elegancia ambiciosa, que poco de avarista, aspecto endemoniado petulante, pobreza profunda... en su corazón de oro...
 
Corre, corre
sin parar
que el charro negro
pronto te encontrará...
 
Ay madrecita floreciña
ruego por ayuda a tu santísima
santidad, cual clemencia a voz en pecho, logre oír y ver piadosamente, tus tiernos ojos, que se arrullan dulcemente, en tu rostro glorioso...
 
(No sé cuántos rezos improvisé, para no morir tan joven...)
Gracias padrecito mío,
madre del alma...
que mandas una balsa a mi desgracia... que me ha de llevar a mi destino incierto... Guanajuato querido, qué susto tremendo me diste... ¡oh no! el callejón del beso... no quiero más mal de ojo en mi vida de desdicha, ni mala suerte en el resto de mis 7 días... años de abundancia... pero de tu peor pesadilla...
 
Y ahí está ella muy linda, seria y callada... quizá si yo... le robo un beso, quizá ni se dé cuenta...
disculpa por el atrevimiento... pero ¿por qué el velo blanquecino en sus labios rojizos?... jamás sentí un sabor tan venosamente salao y fragantemente dulce... Shhh me susurró... ¿qué sucede, qué pasa? me siento muy mareado... muy...
Shh... Shh... Shh...\"