Difícil será el poder capturar la magia del aquí y ahora, si acudimos al pasado para lamentarnos de lo que no sucedió, o de aquello que desearíamos que hubiera ocurrido de una u otra forma. Tampoco lo lograremos si desplazamos la felicidad al futuro, con la condición de que se cumplan nuestros deseos. Cada momento es un catálogo de maravillas a nuestra disposición. Hay que aceptar el mundo, sin dividirlo entre lo bueno y lo malo. Podemos asumir el reto de mejorar nuestro entorno y nuestra propia existencia, reconociendo el privilegio de pertenecer a la familia humana, con sus posibilidades, pero no lograremos una visión de conjunto, si perdemos el momento.\" El tiempo presente, significa también regalo\".