La noche vierte su tinta
por el tejado caliente
y uno a uno los astros
de luz aguada se enciende.
La luna tiene dos ojos
y dos lágrimas celestes.
Senos de leche blanca
y de arena tiene el vientre.
Por el cielo baila el viento
meciendo estrellas ausentes
y el alba entona su canto
dando fuego a la vertiente.
La noche vierte su tinta
negra de sombras hirientes.
La luna corre desnuda
a bañarse en el oriente.
Ay niña de piel dorada
y luceros en la frente,
ven al lecho que es ya tarde
antes que el sol despierte.