Ven alegría a visitar mi hogar,
saca esta sombra triste que ha poblado los rincones,
plena con tu brillo sus habitaciones,
haz que en los jardines vuelvan las aves a cantar.
Te presiento en el paso de las horas,
te imagino en la llegada de un día luminoso,
abrazándome con gratitud, cariño y paz,
sé que ya no sentiré lo que me acongoja
cuando vuelvas, alegría, para no irte más.